El donut, también conocido como «dona» o rosquilla, es una delicia de la repostería que ha conquistado el mundo. Se trata de un bollo redondo, con un agujero en el centro, suave y esponjoso, que se fríe y se cubre con azúcar glas, chocolate o diferentes toppings.
Su origen se atribuye a los inmigrantes holandeses en Nueva Amsterdam (hoy Nueva York) en el siglo XVII, quienes preparaban «oily cakes» (pasteles aceitosos). Sin embargo, el donut que conocemos hoy se popularizó gracias a una mujer llamada Hanson Gregory, quien en 1847, inventó el agujero en el centro para que el bollo se cocinara de manera uniforme.
A lo largo del tiempo, los donuts han evolucionado y se han convertido en un símbolo de la cultura estadounidense. Con el tiempo, su popularidad se ha extendido a nivel mundial, y actualmente se pueden encontrar en diferentes variedades, desde los clásicos glaseados hasta los rellenos de crema, chocolate o frutas.
Los donuts son una verdadera tentación que no podemos resistir, y su presencia en las cafeterías y pastelerías es una invitación al disfrute. Ya sea en el desayuno, la merienda o simplemente como un delicioso capricho, el donut siempre nos conquista con su dulzura y sabor irresistible. ¡Una auténtica delicia que nunca pasa de moda!